La concejala
Liliana Rostom recordó que a finales de octubre próximo se cumple el plazo
otorgado a las cerealeras para que abandonen la zona urbana y se mostró
intransigente ante la idea de extender el permiso para que sigan funcionando.
Además planteó que si bien muchas empresas dejaron de acopiar granos en sus
silos y galpones, se deberían desmantelar las estructuras para asegurarse de
que no vuelvan a funcionar en las mismas condiciones.
“No nos tiene que
tomar de sorpresa, porque ya hace tres años que venimos advirtiendo la cercanía
de la finalización del plazo para que las cerealeras se retiren del radio
urbano, sin que haya existido la preocupación para que, llegado al 31 de
octubre de este año, se cumpla con lo exigido, ni por parte de los privados ni
del Ejecutivo local”, cuestionó la concejala de Nuevo Horizonte.
Rostom recordó
que meses atrás “recibimos en el Concejo la visita de todos los representantes
de las cerealeras, porque yo había presentado una resolución, ellos concurrieron
y plantearon la dificultad que representaba conseguir un lote para
reinstalarse. Pero, justamente, sabiendo de esa dificultad, en su momento se le
dieron 10 años, un tiempo prudencial para hacer esa gestión”.
Además planteó
que “los vecinos hace 10 años que están esperando que este traslado se dé, y no
me parece justo hablar con liviandad de que esto se puede extender. Si bien el
concejal Meier señaló que la mayoría de las cerealeras no están funcionando, la
misión nuestra es que se desmantelen, porque de lo contrario estará latente la
posibilidad de que vuelvan a funcionar en algún momento. Por ejemplo, la planta
de ACA (López y Ruta 8) generaba muchísimos inconvenientes al vecindario en el
barrio Rivadavia, y hoy no está funcionando, pero quedó la estructura en el
medio del barrio sin otorgar ningún beneficio para nadie, porque son lotes
carísimos y frenan la urbanización de un sector importante”.
Uno de los argumentos
empresariales es que en los sectores donde debieran reinstalarse no cuentan con
red de gas, situación que les impediría funcionar con normalidad. De todos
modos, Rostom aclaró que “hay empresas que se están instalando o edificios que
se están construyendo y hacen las gestiones y el pago necesarios para ampliar
la red de gas y conectarse”.
Si bien Roberto
Meier citó la posibilidad de extender el permiso a algunos meses o establecer
multas progresivas, la concejala de Nuevo Horizonte remarcó: “Para mí no hay
más prórroga posible, se habló de definir multas y es algo que tampoco me
gusta: se tiene que cumplir lo establecido y luego se verá la posibilidad de
aplicar sanciones, pero lo más importante es el traslado. Si bien habría
solamente una planta de acopio de cereal funcionando, que es la de Cargill, a
mí no me genera tranquilidad que sigan las estructuras en su lugar, sino que debieran
retirarse por completo”, remarcó.
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